Ventanería Térmica: Bajo emisivo y control solar:

¿Es posible mantener tu casa fresca en verano y cálida en invierno? La respuesta es sí, y lo mejor de todo es que no necesitas aire acondicionado ni calefacción a gran potencia, incluso puedes prescindir totalmente de usarlos en algunos casos. Esto es posible gracias al doble tratamiento del cristal térmico, que consiste en combinar dos tecnologías: control solar y bajo emisivo.

¿Qué es bajo emisivo?

El término «bajo emisivo» se refiere a un tipo especial de tratamiento para cristal. Se le aplica en el interior una capa microscópica de metal. Esta capa actúa como un muro invisible, reflejando o rebotando la sensación térmica hacia su origen. Es decir, repele la temperatura de fuera y conserva la temperatura de dentro. Al tener en su interior esta capa, no hay peligro de que se pueda perder al limpiarlo.

Durante el invierno, esto significa que el calor de tu calefacción se refleja de nuevo al interior de tu casa, al mismo tiempo que repele el frío de fuera, manteniendo un ambiente cálido y acogedor sin aumentar demasiado tu consumo de energía.

En verano, evita que el calor entre, ayudando a mantener tu hogar fresco y confortable.

El concepto es muy sencillo. Imagina que estás envuelto en una manta suave en pleno invierno, reteniendo tu propio calor corporal y protegiéndote del frío, esa es la magia del cristal bajo emisivo. Esta tecnología es como una manta invisible para tu hogar.

Hay que tener en cuenta que cuando el sol incide directamente sobre el cristal, sus rayos sí lo atraviesan. Lo que el bajo emisivo rebota o refleja es la sensación térmica excesiva, tanto fría como calurosa. Este tipo de tratamiento para el cristal es recomendable en lugares fríos donde se quiere aprovechar al máximo los momentos de sol, dado que bloquea la temperatura pero no el sol directo.

¿Qué es el control solar?

El término «control solar» se refiere a un tratamiento que se le aplica al cristal, similar que en el bajo emisivo. Es una capa que recubre el interior del cristal con diferentes óxidos metálicos, al tener el tratamiento en el interior del propio cristal la capa no será eliminada al limpiarlo.

En este caso, se centra en regular de manera inteligente la cantidad de calor que pasa a través del cristal y en bloquear el Sol directo. De esta manera, se evita que en los meses más cálidos el calor se quede bloqueado dentro de la vivienda cuando el sol incide directamente en tus cristales. Evita el conocido efecto invernadero, al entrar el calor a través de los rayos del Sol directos, y después dejar ese calor atrapado dentro. Además, minimiza la cantidad de radiación solar que entra en tu hogar, y protege tus cortinas, muebles y suelo de los rayos UV del sol, para evitar su decoloración o desgaste.

Piensa en el control solar como un guardián siempre presente en tus cristales, que deja pasar una cantidad de calor pensada de manera inteligente. Esto hace que tus ventanas respiren, pero bloquea el calor directo y extremo, y evita los efectos invernaderos cuando el sol incide directamente con fuerza. Con el control solar puedes lograr que tu hogar esté más fresco evitando un uso alto de aires acondicionados, y es especialmente eficiente en esta tarea.

Este tipo de tratamiento para el cristal siempre suele usarse en combinación con el bajo emisivo, para suplir sus carencias en los entornos y momentos más calurosos.

Combinar control solar más bajo emisivo

Has podido ver hasta ahora que el bajo emisivo es un muro que rebota la temperatura pero no puede bloquear el Sol directo, y el control solar es como un guardián que bloquea el Sol directo y deja transpirar una cantidad regulada de calor de manera inteligente, para que tus ventanas respiren y eviten efectos invernaderos y condensaciones. La buena noticia es que estas dos tecnologías se pueden combinar en un único cristal, creando lo que comúnmente llamamos cristal inteligente.

Al combinar bajo emisivos con control solar en un único cristal, complementas y obtienes lo mejor de ambas tecnologías: ahorro energético, confort térmico durante todo el año, y protección contra los rayos UV y la radiación solar directa. Esta combinación es ideal para quienes buscan mejorar el aislamiento térmico de su hogar, reducir el consumo de energía y, al mismo tiempo, disfrutar de un ambiente interior más confortable y saludable.

Además, como beneficio adicional, en el cristal inteligente bajo emisivo + control solar, se busca la mayor transparencia y entrada de luz posible. Por lo que te ayudan a mantener un lugar confortable y fresco en los meses más calurosos, al mismo tiempo que te permite disfrutar y aprovechar al máximo la luz natural del Sol.

En conclusión, el cristal térmico bajo emisivo y el control solar son una perfecta combinación para lograr un hogar más confortable y eficiente energéticamente.